Crema de calabaza
- Fácil
- 50 min
La crema de calabaza y queso de cabra es un primer plato cremoso y envolvente, perfecto para los fríos días de invierno. La Crema de calabaza tiene innumerables variaciones, en esta receta el dulce natural de la calabaza se combina armoniosamente con el sabor salado y ligeramente ácido del queso de cabra. En la cocina, muy a menudo, los detalles marcan la diferencia: la guarnición con semillas de calabaza tostadas añade una nota crujiente que contrasta con la cremosidad de la crema. Es el plato ideal para quienes aman experimentar, ya que podéis cambiar los aromas o añadir un toque especiado, por ejemplo, con guindilla o nuez moscada. Además, el queso de cabra puede ser sustituido por otros quesos frescos, para un sabor más dulce o más fuerte según las preferencias.
Si buscáis otras recetas de crema con calabaza, probad también:
Para preparar la crema de calabaza y queso de cabra, lo primero que hay que hacer es quitar la piel de la calabaza 1 y eliminar las semillas y los filamentos internos. Córtala primero en rodajas 2 y luego en cubos 3.
Corta la chalota en rodajas finas 4. En una olla calienta el aceite, añade la chalota 5 y el ajo machacado con piel 6.
Incorpora el romero 7, la salvia 8 y deja sofreír durante 2 minutos. Añade la calabaza 9 y cocina durante 5-7 minutos, a fuego alto, removiendo a menudo.
Ajusta de sal y pimienta 10. Vierte en la olla el caldo de verduras 11, lleva a ebullición y luego baja el fuego, tapa 12, y deja cocinar durante 20 minutos o hasta que la calabaza esté tierna.
Apaga el fuego, retira el romero, la salvia y el ajo 13 y añade 400 g de queso de cabra 14. Tritura con una batidora de mano 15 hasta obtener una crema lisa y homogénea.
Emplata 16. Para cada plato crea, con dos cucharillas, 3 pequeñas quenelles de queso de cabra 17 y colócalas sobre la crema 18.
Completa con las semillas de calabaza tostadas 19 y un hilo de aceite 20. Vuestra crema de calabaza y queso de cabra está lista para ser servida 21.