Tarta de queso fría de calabaza

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PRESENTACIÓN

Cualquiera que sea su forma y variedad, la calabaza es definitivamente la hortaliza símbolo del otoño. Gracias a su pulpa dulce y aterciopelada, se presta muy bien para la realización de dulces como magdalenas, brazo, tartas… y cheesecake: hoy veremos juntos cómo se prepara la cheesecake fría de calabaza. La suave crema de ricotta y calabaza al vapor se caracteriza por un sabor delicadamente especiado que se realza con la base de galletas y chocolate. Para decorarla, hemos elegido unos simples copos de nata montada, pero podéis personalizarla añadiendo, por ejemplo, nueces pecanas caramelizadas o una espeluznante telaraña de chocolate que la hará perfecta también para la noche de Halloween!

Prueba también estas deliciosas variantes de cheesecake:

  • Cheesecake de chocolate
  • Cheesecake de fresas

INGREDIENTES

Ingredientes para la base (para un molde de 18 cm de diámetro)
Galletas Digestive 200 g
Chocolate negro 100 g
Para la calabaza
Calabaza Delica 650 g - (para limpiar)
Canela en rama 2
Romero 2 ramitas
Cardamomo 4
Para la crema
Ricotta de vaca 350 g
Nata fresca líquida 140 g
Azúcar glas 80 g
Gelatina en hojas 8 g
Canela en polvo ¼ cucharadita
Para decorar
Nata fresca líquida 200 g
Chocolate negro 20 g - en escamas
Azúcar glas 15 g

Preparación

Para realizar la cheesecake fría de calabaza, primero cortad la calabaza en rodajas 1, eliminad la piel 2 y reducid la pulpa en pequeños cubos 3: en total necesitaréis 450 g de calabaza limpia.

Llenad una vaporera con agua, añadid las ramas de canela, las ramitas de romero y las semillas de cardamomo 4 y llevad a ebullición. Verted la calabaza en el cestillo 5, cubrid con la tapa 6 y coced al vapor durante unos 20 minutos o hasta que esté bien cocida.

Mientras tanto, preparad la base: picad el chocolate negro con un cuchillo 7 y derretidlo en el microondas o al baño maría 8, luego poned las galletas en un procesador de alimentos 9 y triturad para reducirlas a polvo.

Añadid el chocolate fundido al polvo de galletas 10 y mezclad con una espátula para amalgamar bien la mezcla 11. Ahora colocad un aro de 18 cm de diámetro en una bandeja forrada con papel de horno y cubrid los lados, si es posible, con una hoja de acetato, para que sea más fácil desmoldar. Distribuid la mezcla de galletas dentro del aro y compactad bien con el dorso de una cuchara 12, luego dejad que la base se solidifique en el frigorífico durante 20-30 minutos.

Mientras tanto, poned las hojas de gelatina en remojo en agua fría durante unos 10 minutos 13. Cuando la calabaza esté cocida, vertedla en un procesador de alimentos 14 y trituradla para reducirla a puré 15, luego dejadla templar.

En este punto calentad 40 g de nata en un cazo, retirad del fuego y añadid la gelatina bien escurrida 16. Mezclad con un batidor para disolverla completamente 17 y dejad que se temple. Poned la ricotta en un bol grande y añadid la canela 18.

Trabajad la ricotta con las varillas eléctricas añadiendo el azúcar glas 19 y los restantes 100 g de nata líquida 20, luego verted también la nata en la que habéis disuelto la gelatina 21.

Finalmente, añadid el puré de calabaza 22 y mezclad con una espátula hasta obtener una mezcla homogénea 23. Tomad la base del frigorífico y verted la crema de calabaza dentro del molde 24.

Nivelad la superficie 25 y dejad que se solidifique en el frigorífico durante al menos 4-6 horas. Transcurrido el tiempo de enfriamiento, podéis dedicaros a la decoración: montad la nata con el azúcar glas 26 y transferid la nata montada a una manga pastelera 27.

Colocad la cheesecake solidificada sobre un plato con la ayuda del papel de horno 28, luego retirad delicadamente el aro y la hoja de acetato. Decorad el borde con copos de nata montada 29 y con virutas de chocolate negro que habréis obtenido con un pelador: ¡vuestra cheesecake fría de calabaza está lista para ser servida 30!

Conservación

La cheesecake fría de calabaza se puede conservar en el frigorífico durante 2-3 días. Se desaconseja congelarla porque la calabaza liberaría mucha agua.

Consejo

Como alternativa a la cocción al vapor, podéis cocer la calabaza en una sartén con dos dedos de agua: una vez cocida, deberéis dejarla escurrir en un colador para eliminar el exceso de agua. La cocción al horno no se recomienda.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.