Cesta de pasta fresca con alcachofas, gambas y tomates cherry confitados

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PRESENTACIÓN

Las cestas de pasta fresca con alcachofas, gambas y tomates cherry confitados son unos sabrosos recipientes realizados con pasta de sémola y rellenos con ingredientes exquisitos. Tomates confitados con un sabor agridulce, alcachofas crujientes y gambas suaves salteadas en la sartén son el rico relleno, todo envuelto en una bechamel especial aromatizada con tomillo, para dar un toque perfumado a esta suave salsa. Pequeñas cocottes darán la típica forma de cesta para hacer que este primer plato sea no solo único en sabor, sino también en forma. Para sus invitados especiales, reserve estos pequeños caprichos individuales que harán su mesa elegante y refinada, ¡pero con gusto!

INGREDIENTES

Ingredientes para la pasta fresca (para 4 cestas)
Sémola de trigo duro remolida 150 g
Agua 100 g
para el relleno
Gambas 300 g
Ajo 2 dientes
Aceite de oliva virgen extra 40 g
Alcachofas 600 g
Sal fina cantidad suficiente
Pimienta negra cantidad suficiente
para los tomates confitados
Tomates de Pachino 300 g
Albahaca 6 hojas - (picadas)
Tomillo 2 ramitas
Sal fina cantidad suficiente
Miel 15 g
Glaseado de vinagre balsámico 2 gotas
para la bechamel
Mantequilla 30 g
Harina 00 15 g
Leche 250 g
Sal fina cantidad suficiente
Tomillo 1 ramita

Preparación

Para realizar las cestas de pasta fresca con alcachofas, gambas y tomates cherry confitados, comience con la preparación más larga: la de los tomates. Siga nuestra receta de tomates cherry confitados: lave y seque los tomates. Divida todos los tomates a la mitad 1, colóquelos en una bandeja cubierta con papel de horno con la parte cortada hacia arriba, salpimiente al gusto, distribuyendo en cada tomate el vinagre y la miel mezclados 2, el picadillo de tomillo y albahaca 3. Cocine en horno estático a 140 °C durante 70 minutos.

Mientras tanto, ocúpese de la pasta: en un bol coloque la sémola, vierta poco a poco el agua 4 y amase a mano hasta obtener una masa elástica 5. Cúbrala con papel film 6 y deje reposar.

Limpie las gambas: elimine la cabeza, el caparazón, extraiga el intestino y divídalas por la mitad 7. Ahora limpie las alcachofas: corte la punta y deshoje hasta el corazón más tierno, luego divídalas en cuartos 8. En una sartén caliente un poco de aceite de oliva con un diente de ajo 9,

añada las alcachofas 10 y saltéelas durante 7-8 minutos, salpimiente 11 y luego apague el fuego. En otra sartén caliente un poco de aceite de oliva con un diente de ajo 12,

esta vez saltee las gambas durante 3-4 minutos 13, salpimiente y luego apague el fuego 14. Retome la pasta y estírela con el rodillo sobre una superficie enharinada 15

debe tener un grosor de aproximadamente 4 mm. Con moldes (o cuencos) de un diámetro de 14 cm, corte 4 discos de pasta (16-17) con una rueda dentada. Mientras tanto, retire los tomates cherry confitados del horno, que se habrán sazonado tras la larga cocción 18,

únalos a las gambas y agregue también las alcachofas 19. El relleno está listo, ocúpese de la bechamel: en un cazo derrita la mantequilla a fuego lento, añada la harina tamizada 20 y luego mezcle con la leche caliente 21 y remueva para espesar la salsa.

Aromatice finalmente con hojitas de tomillo fresco 22. Hierva los discos de pasta fresca 23 y luego escúrralos con una espumadera 24

déjelos templar en una bandeja 25. Tome 4 cocottes de 9 cm de diámetro y unos 4 cm de alto, unte su interior con aceite 26 y luego coloque los discos y haga que se adhieran a los bordes 27,

rellénelos con el relleno de alcachofas, tomates cherry y gambas, vierta encima la salsa bechamel (28-29) y hornee durante 20 minutos a 200 °C. Una vez cocidos, saque las cestas de pasta fresca con alcachofas, gambas y tomates cherry confitados del horno 30, déjelos templar ligeramente, retire con cuidado y colóquelos en un plato de servir.

Conservación

Se aconseja consumir inmediatamente las cestas de pasta fresca con alcachofas, gambas y tomates cherry confitados. Puede congelar la pasta fresca cruda, ya porcionada. Para evitar que los discos se peguen entre sí, colóquelos en una bandeja y déjelos endurecer durante un par de horas en el congelador, luego, una vez endurecidos, transfiéralos a una bolsa de congelación. Cocine los discos directamente congelados.

Consejo

Las variantes posibles son innumerables: pasta de huevo en lugar de la de sémola, rape en lugar de gambas y calabacines en lugar de alcachofas. Déjese guiar por la fantasía, el gusto y sobre todo por los ingredientes de temporada para crear su propia versión de esta refinada receta.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.