Tomates secos en aceite

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PRESENTACIÓN

Los tomates secos en aceite son una conserva popular en Calabria y Puglia. La preparación de los tomates secos en aceite consiste en el secado lento, al sol o en el horno, del tomate que pierde su agua y adquiere poco a poco un sabor intenso. Los tomates secos en aceite se preparan al final del verano y se pueden disfrutar durante todo el invierno. Los tomates secos en aceite son un excelente aperitivo servidos, por ejemplo, con unas rebanadas de pan casero, pero también se pueden utilizar para dar sabor a un primer plato o para enriquecer con un sabor más intenso diversas preparaciones.

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INGREDIENTES
Ingredientes para 2 tarros de 150 gr
Tomates San Marzano 2 kg
Aceite de oliva virgen extra cantidad suficiente
Sal fina cantidad suficiente
Azúcar cantidad suficiente

Preparación

Para preparar los tomates secos en aceite lava y corta los tomates por la mitad a lo largo. Colócalos ordenadamente en una bandeja de horno cubierta con papel de horno 1 y espolvoréalos con un poco de sal, azúcar y un chorrito de aceite 2. Déjalos en el horno estático a 120 grados durante 8-10 horas 3. Una bandeja contiene aproximadamente 1 kg de tomates. Se pueden hornear las dos bandejas simultáneamente teniendo cuidado de alternarlas durante la cocción de los tomates.

Comprueba de vez en cuando y saca del horno aquellos que se sequen antes que los demás 4. Una vez secos, sácalos del horno y déjalos enfriar sobre una rejilla 5. Mientras los tomates se enfrían, procede a la esterilización de los tarros y las tapas, como se indica en las guías del Ministerio de Salud que se indican al final de la receta.

Deja secar los tarros sobre un paño limpio 7. Enfrasca los tomates secos colocándolos en capas, añade un poco de aceite de oliva virgen extra y presiónalos un poco 8. Continúa con las capas y finalmente cúbrelos completamente con aceite 9, teniendo cuidado de dejar 2 centímetros de espacio desde el borde del tarro. En caso de que se hayan formado burbujas de aire en el interior, mueve ligeramente el tarro para que salgan: el aceite debe distribuirse uniformemente en el tarro. Coloca el prensador para mantener los tomates en su lugar. Si usas tarros con tapa de rosca, atornilla bien pero sin apretar demasiado. En este punto, pasa a la ebullición de los tarros, es decir, la pasteurización, siguiendo las indicaciones mencionadas en las guías del Ministerio de Salud al final de la receta. Si utilizas tarros con tapas de rosca, una vez que los tarros se hayan enfriado, verifica si el vacío se ha realizado correctamente: puedes presionar en el centro de la tapa y, si no escuchas el clásico "clic-clac", el vacío se habrá realizado. Si después de la reebullición observas la formación de pequeñas burbujas de aire, cuando el tarro aún esté caliente, golpéalo suavemente sobre una superficie para que las burbujas suban a la superficie y luego desaparezcan de forma natural. Si usas tarros con cierre de goma, al momento de consumir los tomates en aceite puedes hacer la prueba del vacío tirando de la lengüeta: si al tirar de ella se produce un ruido seco significa que el contenido se ha conservado con el vacío correcto. Por el contrario, si al tirar de la lengüeta la junta está "floja", significa que no se ha creado el vacío correctamente y es mejor no consumir el contenido. 
 

Conservación

Los tomates secos en aceite se conservan durante unos 3 meses, siempre que el vacío se haya realizado correctamente y los tarros se conserven en un lugar fresco y seco, protegido de fuentes de luz y calor. Se recomienda esperar al menos 1 semana antes de consumir los tomates. Una vez abierto cada tarro, conservar en el frigorífico y consumir en el plazo de 3-4 días como máximo, cuidando de añadir aceite de oliva virgen extra para mantener los tomates siempre cubiertos.

Consejo

Puedes aromatizar los tomates secos en aceite añadiendo menta o albahaca en los tarros.
La preparación tradicional de los tomates secos en aceite prevé que el secado se realice al sol; si dispones de tiempo y espacio, puedes dejarlos secar al sol (tardarán 7-10 días), dándoles la vuelta de vez en cuando y teniendo cuidado de cubrirlos con un paño para protegerlos del polvo y los insectos.

IMPORTANTE

La preparación casera de conservas y mermeladas puede presentar riesgos para la salud. En un entorno doméstico no es posible crear las condiciones y medidas necesarias para garantizar la seguridad y la idoneidad de los alimentos, que, por el contrario, los procedimientos industriales son capaces de asegurar para prevenir contaminaciones peligrosas. Por lo tanto, es importante seguir escrupulosamente las indicaciones de seguridad alimentaria para reducir los riesgos, pero hay que tener siempre en cuenta que nunca se podrá obtener la misma seguridad alimentaria que presentan las conservas y mermeladas producidas a nivel profesional. Para una correcta preparación de las conservas caseras remitimos a las guías del Ministerio de Salud.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.