Tartaletas de sandía

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PRESENTACIÓN

Sandía, melón de agua... como quiera que defináis esta refrescante fruta ¡es realmente sinónimo de verano! ¿Quién no disfruta saboreándola en la playa con amigos, después de un almuerzo dominical como fruta de postre? También la hemos transformado en una originalísima Pizza de sandía, saboreada como tarta fría, puesta "al Anillo de sandía al moscatel" y en tarro como deliciosa mermelada para conservar un antojo inesperado de verano, durante todo el año. Hoy os proponemos otro postre, en deliciosas porciones individuales: tartaletas de sandía. La base es la clásica masa quebrada aromatizada con limón, el relleno y la decoración exaltan toda la genuina frescura de la sandía. ¡Diviértete componiendo tus tartaletas de sandía, perfectas para una fiesta de verano, un aperitivo al aire libre o una cena entre amigos!

¿Prefieres el "formato familiar"? ¡Prueba nuestra receta de la Tarta con gelatina de sandía!

INGREDIENTES

Ingredientes para 12 tartaletas
Harina 00 250 g
Huevos 1
Mantequilla 125 g - frío de nevera
Azúcar glas 100 g
Ralladura de limón 1
Sal fina 1 pizca
Para el relleno
Sandía 330 g - (pulpa)
Almidón de maíz 20 g
Zumo de limón 8 g
Azúcar 10 g
Para decorar
Sandía 200 g - (pulpa)
Menta cantidad suficiente

Preparación

Para preparar las tartaletas de sandía, comienza con la masa: en un procesador de alimentos coloca la harina, la mantequilla fría del frigorífico y una pizca de sal 1. Mezcla todo a intervalos para obtener una mezcla arenosa. Agrega el azúcar glas 2, el huevo y la ralladura de limón 3.

Mezcla de nuevo hasta obtener una masa homogénea 4 para transferir a la superficie de trabajo y manipular rápidamente 5 solo el tiempo necesario para compactar todo y envolverlo en film 6. Pon en el frigorífico a reposar durante al menos 30 minutos.

Mientras la masa reposa en el frigorífico, ocupaos de la sandía: toma las rodajas y extrae 200 g de pulpa con un sacabolas para realizar bolas excavando la parte baja de las rodajas (donde usualmente no hay semillas) 7. El resto de la rodaja puedes limpiarlo 8, cortar la pulpa en trozos (necesitarás 330 g) y quitar las semillas 9.

Después del reposo de la masa, recupérala y enharina ligeramente la superficie de trabajo. Luego extiende la masa 10 a un grosor de aproximadamente 6 mm. Con un cortapastas de 9 cm de diámetro, corta discos 11. Los colocarás sobre cortapastas de 7 cm de diámetro 12.

Asegúrate de que los bordes se adhieran bien y corta el exceso 13. Pincha la base con los dientes de un tenedor 14, luego cubre cada tartaleta con un cuadrado de papel de horno y los pesos de cerámica 15 o legumbres secas, para la cocción en blanco en un horno estático precalentado a 170 grados durante unos 25 minutos.

Pasado este tiempo, retira el papel y los pesos 16 y hornea otros 10 minutos siempre a 170°, luego retira del horno y deja que se enfríe un poco. Mientras tanto, vierte los trozos de sandía en el procesador 17 y activa las cuchillas. La pulpa obtenida se verterá en un cazo filtrándola con un colador 18.

Enciende el fuego a temperatura media-baja y añade la maicena 19, el azúcar 20 y 8 g de zumo de limón 21.

Mezcla con la batidora 22 y lleva a ebullición. Luego apaga el fuego, espera unos instantes y luego vierte la mezcla aún caliente sobre las tartaletas ya frías 23. Es importante que la mezcla de sandía aún esté caliente para evitar que se solidifique demasiado antes de ser vertida sobre las bases. Pon en el frigorífico para que se solidifique. Cuando las tartaletas estén frías, retira el anillo 24

y decora la superficie con las bolitas de sandía 25 y las hojas de menta 26. Tus tartaletas de sandía están listas para ser disfrutadas 27.

Conservación

Las tartaletas de sandía se pueden conservar durante 2-3 días en el frigorífico.

La masa quebrada se mantiene en el frigorífico cubierta con film durante aproximadamente una semana. También se puede congelar.

Consejo

Una vez vertida la mezcla sobre las tartaletas, para recrear las semillas, puedes añadir algunas gotas de chocolate. En lugar de limón, puedes perfumar la base de masa quebrada con vainilla.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.