Higos en salsa de vino tinto, miel y canela
- Muy fácil
- 15 min
- Kcal 306
Los turdilli calabresi son un dulce típico que se prepara en el período de Navidad. Si sois amantes de los dulces típicos y de las tradiciones culinarias regionales, no os podéis perder esta especialidad. Tienen una forma característica que recuerda la de los ñoquis y se preparan a partir de una masa sencillísima, a base de vermut, naranja, canela y clavos de olor. Crujientes por fuera y suaves por dentro, los turdilli calabresi son perfectos para endulzar las fiestas pero también como un dulce descanso para acompañar un café o un té por la tarde. ¡Descubrid también vosotros este dulce típico calabrés y dejad que os conquisten las tradiciones navideñas!
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Para preparar los turdilli calabresi, como primera cosa verted en un cazo el agua, el vermut 1, el aceite 2 y el azúcar 3. Calentad hasta que todo el azúcar se haya disuelto. Luego dejad templar.
Mientras tanto poned la harina en un cuenco, añadid los clavos de olor molidos 4, la canela en polvo 5 y la ralladura de naranja 6. Mezclad y cread un hueco en el centro de la harina, como una fuente.
Verted los líquidos poco a poco en la harina, mientras amasáis con un tenedor 7 8. Transferid todo a una superficie plana y continuad amasando con las manos 9.
Deberéis obtener un bollo liso y homogéneo 10. Divididlo a la mitad y formad unos bigoli 11 de 2 cm de diámetro. Luego cortadlos en trozos de 5 cm de longitud 12.
Pasad cada trozo por un rigaños 13, o por los dientes de un tenedor, haciendo poca presión, para obtener las estrías características del dulce. Si es necesario, ayudad con un poco de harina. Colocad poco a poco los turdilli en una bandeja espolvoreada con harina 14. Llevad el aceite de girasol a 180°C. Si no tenéis termómetro de cocina, podéis sumergir en el aceite un palillo de madera; si se forman burbujitas a su alrededor, el aceite ha alcanzado la temperatura correcta. Freíd pocos turdilli a la vez, para no bajar demasiado la temperatura del aceite, hasta que estén dorados 15.
Escurridlos y colocadlos sobre papel absorbente 16 para eliminar el exceso de aceite. Una vez acabéis de freír, transferid de inmediato los turdilli aún calientes a un cuenco, verted el miel de higos 17 y mezclad bien 18, para que cada dulce esté completamente revestido.
Colocadlos luego en un plato de presentación 19 y decorad con confites de colores 20. ¡Vuestros turdilli calabresi están listos para ser degustados 21!