Pechuga de pollo con copos de maíz
- Fácil
- 20 min
- Kcal 669
El tzatziki es una de las salsas más famosas del mundo, y no por casualidad: con su sabor fresco y estimulante puede transformar una simple crudité en un aperitivo delicioso, y acompaña perfectamente a platos sencillos de pescado y carne, como los famosos souvlaki o el imprescindible Gyros. Extendida en Grecia, los Balcanes y Oriente Medio, la salsa tzatziki se elabora principalmente con yogur griego, pepinos y ajo, pero para obtener la consistencia adecuada es necesario prestar atención al tipo de yogur: por este motivo os recomendamos preferir el griego auténtico, caracterizado por un alto porcentaje de grasa. Servid el tzatziki con unos triangulitos de Pita y hasta una simple cena entre amigos volverá a tener el sabor de las vacaciones. O también podéis utilizar esta deliciosa salsa para crear recetas originales e irresistibles, como por ejemplo:
Para preparar la salsa tzatziki, primero lava y elimina las semillas del pepino, si las hubiera. Luego ralla el pepino con un rallador de agujeros grandes, sin quitarle la piel 1. Transfiere el pepino rallado a un colador colocado sobre un bol 2 y déjalo reposar durante al menos una hora, para que pierda el agua de vegetación 3.
Después de este tiempo, pela los dientes de ajo y elimina el germen con un cuchillo 4, luego pícalos finamente 5 aplastándolos con la hoja del cuchillo hasta obtener una especie de crema 6. Alternativamente, puedes usar un mortero con el mazo.
Vierte el yogur en un bol, ajusta de sal 7 y añade el aceite 8 y el vinagre 9, alternándolos entre sí, luego mezcla bien.
Ahora exprime el pepino presionando con el dorso de una cuchara 10 para eliminar toda el agua de vegetación 11 y agrégalo al yogur 12.
Finalmente añade la crema de ajo 13 y mezcla de nuevo 14. Deja reposar tu salsa tzatziki en el frigorífico durante 2-3 horas para permitir que los sabores se amalgamen de la mejor manera 15!