Pasta y ricotta
- Muy fácil
- 25 min
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Si también vosotros tenéis días frenéticos y tenéis poco tiempo para dedicar a los fogones, pero no queréis renunciar a un primer plato sabroso y casero, la pasta ricotta y nueces es la receta perfecta para vosotros... una versión de la Pasta y ricotta aún más deliciosa que no os podéis perder!
Fácil, rápida e increíblemente cremosa, es un verdadero salva cenas que siempre deberíais tener a mano.
Mientras la pasta se cuece, de hecho, podréis preparar el condimento en pocos minutos: la ricotta, suave y delicada, se transforma en una crema envolvente que abraza a la perfección el sabor intenso y ligeramente tostado de las nueces crujientes. Una combinación simple pero ganadora, capaz de regalar un primer plato equilibrado y rico en sabor.
Protagonista de muchas recetas rápidas, la ricotta es ideal para crear condimentos cremosos sin recurrir a nata o mantequilla!
Aquí tenéis otros primeros platos con ricotta que no os podéis perder:
Para preparar la pasta ricotta y nueces, como primer paso, sumergid los fusilli en abundante agua hirviendo, salada a gusto 1. Mientras tanto, prepara la crema de ricotta: tamízala dentro de un bol grande, ayudándote con una espátula o el dorso de una cuchara 2, para que quede bien lisa y aterciopelada. Condiméntala con una pizca de sal 3.
Añade también una pizca de pimienta 4, un chorrito de aceite de oliva virgen extra 5 y la mayor parte de la ralladura de limón 6.
Añade unas hojitas de tomillo fresco 7, mezcla bien y reserva. Pasa ahora a las nueces: pícalas groseramente con un cuchillo 9.
Después transfiérelas a una sartén antiadherente bien caliente 10 y tuéstalas durante 4-5 minutos, removiendo a menudo, hasta que estén doradas y desprendan todo su aroma. Apaga el fuego, transfiérelas al bol 11 y déjalas enfriar un poco. Mientras tanto, la pasta estará al dente. Escurre los fusilli (sin tirar el agua) y transfiérelos directamente al bol con la ricotta condimentada 12.
Mezcla bien 13 y añade poca agua de cocción a la vez, continuando a mezclar, hasta obtener la consistencia deseada 14. Añade al final casi todas las nueces tostadas, reservando algunas para la decoración final 15.
Mezcla de nuevo 16 y sirve enseguida completando con más tomillo fresco 17, un poco más de nueces y una ralladura de limón 18 para un toque final fresco y aromático.