Pastel de calabacín

- Vegetariano
- Energia Kcal 191
- Carbohidratos g 6.8
- de los cuales azúcares g 3.7
- Proteína g 9.1
- Grasas g 14.1
- de las cuales grasas saturadas g 5.79
- Fibra g 1.5
- Colesterol mg 152
- Sodio mg 385
- Dificultad: Medio
- Tiempo de preparación: 20 min
- Tiempo de cocción: 1 h 10 min
- Makes: 5 piezas
- Costo: Medio
PRESENTACIÓN
¡Pastel rima con... horneado y disfrutado! ¿Quién puede resistirse a las delicias suaves hechas con una mezcla de verduras y otros ingredientes, perfectas como un aperitivo refinado y al mismo tiempo sabroso? Hoy te proponemos una pequeña e irresistible versión del pastel de calabacín, en porciones individuales. Para una cena importante o para impresionar a tu media naranja, aquí tienes unos pequeños manjares con una textura envolvente hechos aún más irresistibles con la reina de las bechameles: la salsa Mornay. Una crema aterciopelada que combina perfectamente con el delicado sabor del calabacín y le dará un toque decididamente escenográfico a la preparación. Ideal para servir como aperitivo, el pastel de calabacín es una receta perfecta y apetecible, una apertura a tu cena inolvidable. Una vez que pruebes estos pequeños pasteles, déjate tentar por otras variantes apetitosas como los pastelitos de ricotta o el pastel de patatas!
INGREDIENTES
- Ingredientes para 5 pastelitos (de 130 g de capacidad cada uno)
- Calabacines 450 g
- Huevos 100 g - (unos 2)
- Ricotta de vaca 80 g
- Pecorino 20 g - rallado
- Ajo 1 diente
- Aceite de oliva virgen extra 20 g
- Sal fina cantidad suficiente
- Pimienta negra cantidad suficiente
- Tomillo 4 ramitas
- para la salsa Mornay
- Leche entera 125 g
- Mantequilla 12 g
- Nata fresca líquida 9 g
- Yemas 1
- Harina 00 20 g
- Asiago 15 g - curado rallado
- Sal fina cantidad suficiente
Preparación

Para preparar el pastel de calabacín, lava y corta los extremos de los calabacines, luego córtalos en rodajas 1. En una sartén calienta el aceite con un diente de ajo pelado y partido por la mitad 2; cuando esté dorado, retíralo 3

y añade las rodajas de calabacín; añade sal 4 y saltéalos en la sartén durante unos 5 minutos, removiendo con frecuencia. Luego deja que los calabacines se templen 5 y transfiérelos a un procesador de alimentos 6,

añade los huevos 7, la ricotta de vaca 8 (si te parece muy líquida, puedes dejarla escurrir en un colador colocado sobre un cuenco durante algunas horas o toda la noche en el frigorífico antes de utilizarla en la receta), sazona con el Pecorino rallado 9

y aromatiza con las hojas de tomillo fresco 10. Tritura todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea 11. Toma 5 moldes con una capacidad de 130 g cada uno: nosotros hemos usado moldes de 7,5 cm de diámetro de superficie, 4,5 cm de diámetro de fondo y 6 cm de altura. Úntalos con mantequilla cuidadosamente 12

luego fórralos con papel de horno, recortando círculos para el fondo y tiras para los bordes 13. Alternativamente, puedes evitar forrar los moldes y una vez cocidos, para desmoldar fácilmente los pastelitos, simplemente pasa la hoja de un cuchillo alrededor del borde. Llena los moldes con la mezcla de calabacín, vertiendo aproximadamente 130 g de mezcla por cada molde 14. Luego transfiere los moldes a una bandeja de horno, añade agua (un par de cm serán suficientes) 15

y hornea en un horno estático precalentado a 160° durante unos 60 minutos (o en horno ventilado manteniendo los mismos tiempos, verificando 10 minutos antes del tiempo indicado y cubriendo con una hoja de papel de aluminio si tienden a secarse demasiado en la superficie). Al terminar la cocción, retira los pastelitos 16, déjalos templar y luego desmóldalos dándoles la vuelta 17 y eliminando el papel de horno que los envuelve 18.

Mientras cocinas el pastel de calabacín, prepara la salsa Mornay: en un cazo calienta la leche sin llevar a ebullición 19; mientras tanto en otro cazo derrite la mantequilla a fuego lento 20, añade al la mantequilla derretida una pizca de sal 21

Luego retira la mantequilla derretida del fuego y añade la harina tamizada, poco a poco 22, mezclando con un batidor para evitar la formación de grumos 23. Vuelve a poner el cazo al fuego bajo y tuesta la harina durante unos momentos siempre mezclando con un batidor y cuando esté dorada 24,

añade la leche 25. Remueve continuamente 26 y aromatiza con una pizca de nuez moscada rallada 27.

Luego, una vez que alcance el punto de ebullición, apaga el fuego y añade el queso Asiago rallado 28. En un cuenco aparte, bate las yemas con la nata líquida fresca 29, luego agrégalas a la bechamel 30

y mezcla con el batidor para integrar la mezcla 31 (si es necesario, puedes volver a poner la salsa al fuego para espesarla más). Sirve el pastel de calabacín acompañándolo con la salsa Mornay caliente (32-33).