Rustico con salame y flores de calabaza

Para preparar el rustico con salami y flores de calabacín comienza por la masa fermentada: en un bol pon la harina, la levadura 1, el agua 2 y empieza a amasar a mano 3.

Cuando los ingredientes estén amalgamados, incorpora primero la sal 4 y luego el aceite poco a poco 5. Termina la fase de amasado en la superficie de trabajo hasta que el aceite esté completamente absorbido 6.

Obtén una esfera lisa y homogénea 7 y colócala en un bol que habrás aceitado y cubre con film transparente 8. Deja fermentar durante unas 2 horas, o hasta que la masa haya duplicado su tamaño, bajo una manta de lana o a una temperatura constante de 26-28° 9.

Mientras tanto, corta en cubos de aproximadamente 5 mm el queso 10 y el salami 11. Por último, limpia las flores de calabacín cortando la base 12.

Cuando la masa haya fermentado, colócala sobre la mesa ligeramente enharinada 13 y extiéndela con la ayuda de un rodillo obteniendo un rectángulo de aproximadamente 70 cm de largo y 30 cm de ancho 14. Espolvorea con un poco de pimienta 15.

Deja un par de cm de los bordes y coloca en medio los cubos de queso y salami 16, finalmente abre a la mitad las flores de calabacín 17 y cubre la masa 18.

Cierra sobre sí mismo el lado corto de un lado 19 y del otro 20 y procede enrollando el lado largo 21.

Obtendrás así un rollo bastante grueso 22 y luego enróllalo formando un caracol 23. Transfiere a un molde de 22 cm con papel para hornear en la base y engrasado en la circunferencia 24. Cubre con un paño limpio y deja reposar por 30 minutos.

Pasado el tiempo, pincela la superficie con la yema y un chorrito de leche mezclados 25, espolvoréalo con semillas de amapola y procede con la cocción 26: el rustico con salami y flores de calabacín se cuece en horno estático, ya caliente a 180°, durante unos 45 minutos. Disfrútalo tibio.