Palmeritas de hojaldre

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PRESENTACIÓN

Las palmeritas de hojaldre son un postre perfecto si estáis buscando algo delicioso, fácil y rápido de preparar. Indicadísimas para una pausa café, un postre después de la comida o una merienda sabrosa para los más pequeños, gustan siempre a todos. Solo necesitaréis tres ingredientes: Hojaldre, agua y azúcar. Utilizando el hojaldre ya listo, realizar en casa estos fantásticos dulces crujientes y dorados será realmente un juego de niños. Podéis servir las palmeritas de hojaldre en su pureza o acompañadas con cremas, mermeladas o quizá con chocolate fundido.

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INGREDIENTES
Hojaldre 460 g - (2 láminas rectangulares)
Azúcar 80 g
Agua cantidad suficiente

Preparación

Para preparar las palmeritas de hojaldre, como primer paso desenrollad la primera lámina de hojaldre con su papel de horno y pintad con un poco de agua 1. Distribuid 20 g de azúcar por toda la superficie 2; ayudad con las manos, presionando para que el azúcar se adhiera perfectamente 3.

Cubrid con otra hoja de papel de horno 4 y dad la vuelta al hojaldre. Pintad nuevamente con un poco de agua 5 y distribuid otros 20 g de azúcar por la superficie 6.

Empezando por los lados cortos, enrollad el hojaldre hacia el centro 7 para obtener dos cilindros unidos, de igual forma y grosor. Repetid los mismos pasos para azucarar y enrollar la segunda lámina de hojaldre. Colocadlas en una bandeja cubierta con papel de horno 8 y dejad reposar en el frigorífico durante 30 minutos. Retomad las láminas y cortad rebanadas de aproximadamente 1 cm de grosor 9.

Colocad las palmeritas de hojaldre ordenadamente en la bandeja 10, dejando espacio entre ellas, y hornead en horno ventilado a 180° durante 15 minutos o hasta que la superficie esté dorada 11. ¡Vuestras palmeritas de hojaldre están listas para ser servidas 12!

Conservación

Las palmeritas de hojaldre se pueden conservar en un lugar fresco y seco, como por ejemplo una caja de lata, durante 2 o 3 días.

Consejo

Si preferís, podéis sustituir el azúcar granulado por azúcar moreno.

Dejar reposar el hojaldre en el frigorífico hace más fácil la operación de corte y permite mantener la forma deseada.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.