Pasta fría

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PRESENTACIÓN

Cuando llega la buena temporada, la pasta fría es la solución ideal si no queréis renunciar a una comida sabrosa y rica. Una receta fácil y rápida de preparar que se presta a muchas variantes gustosas, como la a la norma o la al pesto. Hoy os proponemos una igualmente sabrosa y colorida con calabacines, zanahorias y guisantes y la adición de cubitos de mortadela y Emmental. No pueden faltar las hierbas aromáticas... el tomillo y la albahaca dan un aroma irresistible a la pasta fría, añadiendo un toque extra a vuestro plato. Con la pasta fría es imposible no contentar a todos, y si tenéis ganas de un plato ligero pero al mismo tiempo delicioso, ¡esta es la receta perfecta para vosotros!

Aquí tenéis otros primeros platos fríos que no os podéis perder:

  • Pasta fría con verduras y cúrcuma
  • Ensalada de pasta mediterránea
  • Pasta con ricotta y tomates cherry
  • Pasta fría con calabacines
  • Pasta fría con berenjenas y feta
  • Pasta fría con atún
  • Pasta fría al pesto con patatas y judías verdes
  • Pasta fría con ricotta, aguacate y judías verdes

INGREDIENTES
Ingredientes para la pasta fría
Fusilli 320 g
Calabacines 200 g
Zanahorias 150 g
Aceite de oliva virgen extra 50 g -
Tomates cherry 200 g
Sal fina cantidad suficiente
Pimienta negra cantidad suficiente
Guisantes 200 g
Mortadela 100 g
Emmentaler 100 g
Tomillo 1 ramita
Albahaca cantidad suficiente -

Preparación

Para preparar la pasta fría, primero poned a hervir una olla grande de agua salada. Laváis y peláis las zanahorias, les quitáis las puntas y las cortáis en tiras de unos 3 cm de largo 1. Hacéis lo mismo con los calabacines: los laváis, les quitáis las puntas y los cortáis en tiras aproximadamente del mismo tamaño que las zanahorias 2, para asegurar una cocción uniforme. Cuando el agua esté hirviendo, añadid las zanahorias, los calabacines 3

y los guisantes 4 y los blanqueáis durante 2-3 minutos. Escurrid las verduras con una espumadera manteniendo el agua de cocción en la olla 5 y pasad las verduras a un bol con agua helada 6, para detener la cocción y mantener un color brillante.

Coced la pasta en la misma agua en la que habéis blanqueado las verduras 7 y cocedla al dente. Mientras tanto, podéis preparar el resto de los ingredientes que necesitaréis para condimentar la pasta: lavad y cortad los tomates cherry en 4 partes 8, luego cortad la mortadela 9

y el queso en cubitos 10. Cuando la pasta esté muy al dente, escurridla 11 y pasadla a un bol; condimentadla con un chorrito de aceite 12 y mezclad bien para evitar que se vuelva pegajosa; dejad que se enfríe a temperatura ambiente.

Una vez fría, escurrid las verduras del agua con hielo y pasadlas a otro bol para unirlas con las hojitas de tomillo 13, las de albahaca 14, los tomates cherry y los cubitos de mortadela 15,

los cubitos de queso 16 y finalmente la pasta ya fría. Pimentad al gusto, mezclad para distribuir bien todos los ingredientes 17 y emplatar: ¡vuestra pasta fría está lista para ser servida 18!

Conservación

Podéis conservar la pasta fría durante 2 días en la nevera, cerrada en un recipiente hermético. La pasta fría no se puede congelar.

Consejo

Para realizar esta pasta fría hemos elegido fusilli, pero podéis utilizar cualquier otro tipo de pasta corta, y podéis condimentarla con las verduras que más os gusten. Para la versión vegetariana es posible omitir la mortadela. ¡Recordad no salar excesivamente el agua de cocción para evitar dar demasiado sabor a las verduras!

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.