Castagnole de requesón

Para preparar las castagnole de requesón, primero deja escurrir el requesón en un colador, para que pierda su suero. En un bol grande pon el requesón escurrido y el huevo 1, luego trabaja con el batidor para mezclar cuidando que no se formen grumos 2. Aromatiza con la ralladura de naranja 3. 

Agrega el azúcar 4 y mezcla nuevamente, luego añade poco a poco la levadura 5 y la harina tamizada 6, mezclando para incorporarlos de manera uniforme. 

En la fase final sustituye el batidor por una espátula porque la masa será más consistente 7. La mezcla obtenida será ahora uniforme pero muy suave y pegajosa, así que utiliza harina para espolvorearte las manos y para enharinar ligeramente la bandeja de apoyo y moldea con las manos pequeñas porciones de masa de aproximadamente 16 g cada una 8. Forma bolitas 9.

Coloca las castagnole poco a poco en la bandeja 10. Una vez listas, calienta el aceite de semillas a 160°-170° y sumerge pocas castagnole a la vez 11. Déjalas dorar bien, sin conformarte con un color rubio pero sin dejarlas ir demasiado lejos; espera que adquieran un color avellana claro, como el del caramelo, para asegurarte de que estén bien cocidas en el interior 12. 

Escúrrelas y sécalas rápidamente sobre papel absorbente 13, luego transfiérelas aún calientes a una bandeja llena de azúcar granulada y hazlas rodar para cubrirlas uniformemente de azúcar 14. ¡Disfruta de las castagnole de requesón calientes o a temperatura ambiente 15!