La tradición importa. Importa mucho en el caso de Valeria Piccini, que ha estado creando platos en el restaurante Caino (2 Estrellas Michelin) para la Familia Menichetti en Montemerano, a pocos kilómetros de las termas de Saturnia, durante los últimos cuarenta años. Sus manos hábiles y creatividad están dedicadas a recetas y platos que se atreven a ir más allá de la tradición toscana sin olvidarla nunca, ofreciendo platos sabrosos y suculentos que "te comes entero," como es costumbre en los hábitos rurales, jugando con contrastes y aromas. Ella es una "cocinera neo-rural," como se la ha descrito recientemente, y sería un eufemismo llamarla "autodidacta" porque su vida ha sido enriquecida por viajes, peregrinaciones gastronómicas y enseñanzas de restauradores y profesionales de su región, la misma región de la que se inspira y a la que devuelve sus creaciones. En otras palabras, la cocina está en su sangre. Como ella misma dice, "Será así hasta que deje de ser divertido, hasta que deje de estimularme estar en la cocina entre jóvenes para experimentar y crear. Mientras me guste lo que se produce, seguiré haciéndolo." Esperamos que esto sea por muchos, muchos años más.
