No todos los productos fermentados son creados iguales, y no todos ellos son "obras maestras." Esta distinción está reservada para aquellos que han logrado redescubrir la tradición italiana de la pastelería clásica y que empujan los límites cada día, mezclando pasado y presente con la ayuda de nuevas técnicas y conocimientos, todo mientras respetan esos sabores tradicionales y saber hacer. Andrea Tortora, nacido en 1985, "eligió honrar la gran tradición italiana" y lo hace en su "AT Pâtissier": él es la cuarta generación de pasteleros, heredando un gran legado al que ha agregado su propia experiencia, particularmente la adquirida con Norbert Niederkofler. Gran conocimiento y artesanía, un agudo instinto para las masas, y un compromiso inquebrantable con los ingredientes de la más alta calidad.
